👩🏫Estimular el lenguaje no requiere materiales especiales ni largas sesiones de estudio. ¡Se puede hacer todos los días, en momentos simples y entretenidos! Aquí te compartimos algunas estrategias fáciles de aplicar en familia:
1. Conversaciones cotidianas… pero con intención
Aprovecha los momentos del día —camino al colegio, preparando la comida, ordenando— para conversar con tu hijo o hija.
Haz preguntas abiertas como: “¿Qué fue lo más entretenido de tu día?” o “¿Qué crees que pasará después?”
Esto les ayuda a ampliar vocabulario y organizar ideas.
2. Describe, nombra y amplía
Mientras cocinan, ordenan o se visten, nombra objetos, colores y acciones:
“Este pantalón es suave y azul. Vamos a ponérnoslo primero.”
Si tu hijo dice: “Auto rojo”, tú puedes ampliar:
“¡Sí! Es un auto rojo grande que va muy rápido.”
3. Canciones, rimas y ritmo
Cantar juntos es una forma mágica de estimular el lenguaje.
Las canciones con gestos, rimas y repeticiones fortalecen la memoria auditiva, la pronunciación y la fluidez verbal.
4. Dale tiempo para responder
El silencio también enseña.
Dale un momento para pensar y responder sin apuros. Esto refuerza su seguridad y motiva la comunicación.
5. Celebra cada intento
Aunque no diga la palabra perfecta, celebra el esfuerzo:
“¡Qué bien lo dijiste!”
La motivación emocional es clave para que quieran seguir aprendiendo.
El lenguaje crece en un ambiente afectuoso, entretenido y lleno de oportunidades para conversar, imaginar y jugar. Con pequeñas acciones diarias, la familia se convierte en el mejor equipo de apoyo para el desarrollo comunicativo.
